David Marín murió en los desmontaje del concierto aniversario de los 40 principales en 2006. Trabajaba sin contrato y por cinco euros la hora para la empresa Pase Producciones, tan solo un casco habría salvado su vida. Esta empresa era la última de una serie subcontratas de las que era responsable en última instancia la empresa organizadora del evento: el grupo PRISA. La precariedad, la falta de medidas de seguridad, la contratación de trabajadores muy jóvenes y sin formación, y las largas jornadas laborales son demostraciones de políticas empresariales para conseguir el máximo beneficio a costa de poner en riesgo la vida de sus trabajadores. El enredo de subcontratas elimina derechos, reduce salarios, y favorece que las empresas eludan sus responsabilidades con las familias de los trabajadores muertos en el desarrollo de sus negocios. Todo esto se ha acentuado con la crisis actual ya que, a pesar de que el sector de la construcción y el espectáculo se han desplomado, el número de accidentes laborales sigue en aumento…